En la zona occidental de Indonesia, concretamente en Papúa-Nueva Guinea, encontramos dos, entre otras muchas, korowai y asmat. Aunque viven en ella unos tres millones de habitantes, los más peculiares son los que forman parte de estas tribus.
Los korowai construyen sus casas, en la copa de los arboles en medio de la selva, en las que viven entre 10 o 12 individuos. Estas casas están sujetas por unas varas fuertes, para así estar protegidos de las inundaciones, mosquitos, de animales, o enemigos que quieran matarlos. Pasan la mayor parte del día en la selva o los ríos, donde encuentran sus alimentos (larvas del escarabajo, son sus favoritos), animales de caza, peces y crustáceos.
Casa de los korowai.
Los asmat viven cerca de los ríos, ya que es su principal fuente de alimentos y transporte. Los asmat destacaron por su gran habilidad para tallar madera. La talla es el modo en que se mantiene en contacto con sus ancestros y son utilizadas en ceremonias y ritos funerarios. La mayor representación de su arte, son los bijs; se trata de un poste en cuya talla aparecen figuras que se elevan sentadas unas sobre las cabezas de las otras en una representación del espíritu de los antepasados y cuya finalidad es mantener viva su memoria.
